miércoles, 22 de julio de 2015

Voluntariado en la residencia de ancianos

Entre uno de los muchos voluntariados que realizamos se encuentra el de acudir a una residencia de ancianos italiana, obviamente, para ayudar en todo lo posible. Hemos sido un grupo de 6 españoles y 3 franceses y sinceramente, no empezó como esperábamos. Creíamos que la experiencia se basaría en acompañar a los señores y señoras mayores, pero nada más llegar, una de las monjas que dirigen la residencia nos explicó que habría algo más de trabajo (lavoro, como ella dijo). 

Nada más llegar a la residencia, un enorme y precioso terreno con varios edificios y grandes superficies de campo, nos encargaron recoger las ciruelas de los árboles frutales. Los siguientes días, por ejemplo, nuestra tarea ha sido la de recoger las ramas y hojas del suelo. A la vista está que la diversión no es lo que caracteriza a esa actividad, pero hemos venido a colaborar y lo hacemos de muy buen grado. 

Al acabar, tenemos un buen rato de descanso junto a los ancianos residentes en el asilo, que siempre termina siendo el mejor momento de la mañana. Les saludamos, hablamos con ellos,  cantamos juntos tanto en francés, como español e italiano, tocamos la guitarra... Más tarde les acompañamos en su comida y ayudamos a fregar.

En general, rompemos las barreras de la diferencia de edad y el idioma y conseguimos crear un ambiente en el que tanto ellos como nosotros nos sentimos muy agusto. Personalmente, es una experiencia muy gratificante. La sensación que produce ver la mirada de felicidad pura de los ancianos al cantar o sus palabras de cariño y agradecimiento por el simple hecho de haberles escuchado es algo indescriptible. "Grazzie!"

Entre tous les volontariats qui nous furent proposés, il y avait celui consistant à apporter notre aide dans une residence de personnes agées italiennes. Nous avons formé un groupe de 6 espagnols et 3 francais.
Nous pensions que l'experience etait basée sur un accompagnement aux personnes agées mais une des personnes qui dirigent la résidence nous expliqua qu'il y avait d'autres taches a realiser.

Le lieu de volontariat est un immense terrain avec differents batiments, où nous avons pu recolter les fruits des arbres. Les jours suivants, une de nos tâches aura été, par exemple, de ramasser les feuilles tombé au sol.

A la fin de la matinée, nous avons un temps de pause où nous pouvons échanger, discuter, jouer de la guitare ou encore chanter avec les seniors résidents dans ce lieu, tantôt en français, en espagnol ou en italien. Plus tard, nous les accompagnons pour manger ou faire la vaisselle.

Nous rompons les barrières de la langue ou de l'âge en creant une bonne ambiance au sein du centre qui permet a tout le monde, eux comme nous, de nous sentir bien, et heureux. Cette experience est tres enrichissante pour nous. Le simple fait de pouvoir apercevoir un sourire sur le visage de ces personnes est pour nous quelque chose d'indescriptible. "Grazzie!"


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